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¿Sabes qué es un vino frizzante? El universo vinícola es más amplio de lo que sospechamos. Las opciones de vino varían según el color, tipo de uva, proceso de fermentación y hasta la cantidad de azúcar, por mencionar solo algunos factores. Entre tantas posibilidades, los vinos frizzantes han venido pisando fuerte en los últimos años y se han hecho un hueco entre las preferencias de muchos consumidores.
Esta variedad de vino de origen italiano es fresca y suave, ideal para tomar en los días calurosos, y resulta bastante económica en comparación con otros tipos de vino. Sin duda es una buena alternativa para los amantes de los vinos frescos y ligeros.
Los vinos frizzantes son aquellos cuyo proceso de fermentación se hace a baja temperatura, por lo que mantienen restos de carbónico que no se disuelven por completo, lo que les confiere sus burbujas características. Muchas veces también se añade en su proceso de elaboración un extra de carbónico después del fermentado.
Frizzante es una palabra italiana que se refiere al vino burbujeante. Se ha ido adaptando en los diferentes países hasta denominar a la variedad que hoy conocemos como vino frizzante. Debido a la presencia de burbujas en su aspecto físico, suele confundirse con los vinos espumosos, pero la realidad es que hay muchas diferencias entre ambos vinos. Algunas de las que los distinguen de otros vinos son:
A la pregunta qué es un vino frizzante ya hemos contestado: es un vino equilibrado, ligero y aromático, con una buena armonía entre acidez y dulzura. Estas características, junto con su bajo porcentaje de alcohol, hacen que muchas personas los consideren más bien un refresco antes que un vino. Por esa razón se consumen principalmente en verano, pues sus matices no resultan pesados.
Los vinos frizzantes se sirven bien fríos, en torno a los 5 °C y maridan bien con los sabores suaves. Algunas de las recomendaciones de platos con los que puedes acompañar los vinos frizzantes pueden ser los siguientes:
Por tratarse de una bebida con notas sutiles y frescas, el frizzante no se suele emplear para maridar carnes rojas como el cordero, la ternera o el cerdo. Los quesos azules y otros más intensos también tienden a eclipsar el sabor del vino, al igual que los embutidos grasos y las preparaciones muy condimentadas, ácidas o picantes.
Recuerda que el objetivo del maridaje del vino y las comidas es limpiar el paladar entre un bocado y otro para disfrutar nuevamente de los alimentos como si fuese la primera vez. De esta manera, cuando se trata de platos con sabores muy fuertes, los vinos frizzantes se quedan cortos en esta tarea, y los matices de la comida permanecen en la boca, saturando las papilas. Por eso, si vas a comer alimentos con un sabor más marcado, decántate por otro tipo de vino para la ocasión.
La oferta de vinos frizzantes no para de crecer, pues su demanda se ha disparado en los últimos años. Son muy populares en reuniones informales, salidas a la playa o la piscina y quedadas entre amigos. Además, por ser más económicos que la media de los vinos, se suelen comprar para acompañar comidas casuales o cenas improvisadas.
Entre todas las alternativas del mercado te invitamos a probar nuestro 5.5 Verdejo-Frizzante de Faustino Rivero Ulecia, un lanzamiento pensado para los meses más cálidos del año. Sus uvas se cultivan a una altitud de 800 metros sobre el nivel del mar, por lo que mantienen su frescura intacta. La fermentación de este verdejo se realiza en depósitos de acero inoxidable a bajas temperaturas para conservar el carbónico característico y el azúcar natural. El descorche es espumoso y tiene apenas 5.5 grados de alcohol, que resulta bastante suave.
En cuanto a notas, nuestro 5.5 Verdejo-Frizante tiene aromas herbales y cítricos que se combinan con matices tropicales, mientras que el gusto es frutal, chispeante y con un deje de dulzor. Apetecible, ¿verdad?
Una vez visto qué es un vino frizzante es probable que todavía queden dudas sobre por cuál decantarse. Y es que cuando se trata de vinos, las posibilidades son casi infinitas, pero siempre hay preferencias dependiendo de la compañía y la ocasión. Partiendo de esto, un vino frizzante es el comienzo ideal para quien se inicia en la materia, y la opción por antonomasia cuando se busca una bebida fresca y suave sin gastar demasiado.
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