Cada una de las fases de la cata de vinos es esencial para disfrutar de todos los matices de esta bebida. En este artículo te contamos en qué consiste una cata de vino y de qué fases se compone. Seguro que una vez conozcas todos estos entresijos, después de leer este artículo ya no mirarás de la misma manera una copa de vino.

Si tienes pensado realizar próximamente una cata de vinos (ya sea en una bodega o restaurante), entonces te interesa echar un vistazo a este artículo para saber de todo lo que vas a disfrutar en este plan, que cada vez gana más adeptos.

¿En qué consiste una cata de vinos?

Percibir todas las características organolépticas que se desprenden de un vino determinado. Ese es el objetivo de una cata de vinos. Además, extrayendo todos esos datos, también podrás saber cuál es el vino que mejor marida con la comida que vas a tomar.

¿Esto solo lo pueden hacer los profesionales? No, tú también lo puedes hacer siguiendo las fases de la cata de vino que te vamos a contar a continuación.

Antes de realizar la cata, deberás tener en cuenta los siguientes aspectos:

• El lugar en el que se haga la cata es importante: ha de estar ventilado y que no haya ningún aroma que pueda interferir a la hora de catar el vino.
• No llevar perfumes: pero tampoco haberse lavado las manos minutos antes con jabones fuertes o que la ropa que llevemos tenga mucho aroma a suavizante o detergente, porque esto interferirá en la fase olfativa.
• No haber tomado ningún producto fuerte antes: ni tener el sabor reciente de haberse lavado los dientes, porque la fase de la cata gustativa también se verá afectada.
• Cambiar de copa cuando se cambie de vino: ya que de esta manera se evitará que se mezclen sabores diferentes y los matices del vino se acaben distorsionando.

Como curiosidad, déjanos decirte que también influye mucho la persona encargada de guiarte paso a paso en la cata, en caso de que decidas hacerlo en una bodega.

En caso de que estés pensando realizar una escapada enoturística por La Rioja, te invitamos a acercarte al bonito pueblo de Arnedo, donde se encuentran nuestras bodegas Faustino Rivero Ulecia.

Las fases de una cata de vinos

Una cata de vinos se divide en tres fases:

La fase visual

En esta fase se observa el color, el brillo, la capa y la burbuja. En esta etapa la iluminación natural juega un papel esencial. Así que siempre que se pueda, analiza el color del vino en espacios con luz natural.

El principal objetivo de esta fase consiste en descubrir la apariencia física de un vino, más allá de las apariencias. A su vez, esta fase puede dividirse en 3 subfases diferentes:

• El color. Por norma general, los vinos tintos son amoratados, los blancos pajizos y los rosados, color salmón o cereza pálido. ¿Tienen matices estos colores? Sí, pero para eso tienes que fijarte en los bordes. Un punto importante es que esos bordes no estén turbios.
• La capa o lo que es lo mismo, la opacidad de los vinos. Como es lógico, los tintos tienen una capa más gruesa que los blancos y que los rosados. En función del grosor, también se hablará de la viscosidad de la lágrima que deja al vino al beberse.
• Burbuja: solo presente en los vinos espumosos, pero cuyo rosario de burbujas se tiene en cuenta a la hora de observarse. En el caso de este vino tinto, no podemos analizarlo porque no estamos hablando de un espumoso.

Si tomamos como referencia nuestro vino Faustino Rivero Ulecia Crianza, en la fase visual podemos apreciar que se trata de un vino intenso y con un profundo color rojo granate con destellos teja, limpio y brillante. 

La fase olfativa

Esta fase también se divide en otras dos fases. La primera con la copa parada y la segunda con la copa agitada. Y es que los matices olfativos cambian en función de si hay o no movimiento.

Centrándonos en la fase olfativa, podemos asegurar que es una de las fases que más se disfrutan, porque los aromas del vino impregnan nuestros sentidos y ya son una primera puerta de entrada para saber si nos gustará o no. En este caso, la cata se divide en dos fases:

• Con la copa parada. En este caso vamos a extraer los aromas primarios, es decir, aquellos que se desprenden de la uva con la que han sido elaborados.
• Con la copa agitada. Donde extraeremos los aromas secundarios y terciarios. Para ello solamente hace falta agitar ligeramente la copa. Los aromas secundarios son aquellos que se extraen de la fase de fermentación alcohólica y maloláctica. Los terciarios, por su parte, son aquellos que durante y tras la crianza del vino y que se conocen como bouquet.

Volviendo a nuestro vino Faustino Rivero Ulecia Crianza, podemos decir que su fase olfativa se caracteriza por presentar crianza en barrica y aromas a fruta negra, regaliz y toques especiados.

Fase gustativa

Llega el momento de saborear el vino, pero solo de forma ligera, porque se trata de catarlo.

En esta fase nos vamos a llevar la copa a los labios y vamos a darle un pequeño sorbo. Sorbo que repartiremos por la lengua para poder extraer:

• Los cuatro sabores básicos, es decir, salado, dulce, ácido y amargo. Lo ideal es que haya un equilibrio perfecto y ninguno sobresalga.
• El cuerpo del vino: que nos lo dará su tacto.
• La textura: por ejemplo, si es aterciopelada.
• La persistencia: o lo que es lo mismo, el recuerdo que dura el vino en nuestra boca. Si dura menos de 6 segundos, será baja y alta en el caso contrario.
• Los sabores: identificaremos los sabores que más se aprecian en el paladar.

En cuanto a la fase gustativa de nuestro vino Faustino Rivero Ulecia Crianza, en boca se pueden apreciar un gusto suave con buena estructura y final largo y persistente.

Como ves, ahora que ya conoces las fases de la cata del vino, ya puedes hacerlo cada vez que tengas delante de ti un vino nuevo. Es fácil y es una manera de disfrutarlo con todos los sentidos. ¿Te animas?