¿Eres mayor de edad?
¿Estás pensando hacer una escapada y no sabes dónde ir? Tenemos una recomendación para ti: Santo Domingo de la Calzada. Este pequeño municipio de La Rioja, parada fundamental del Camino de Santiago, es un destino perfecto para hacer turismo cultural. Si te ha picado el gusanillo y estás planteándote hacerte peregrino, o si, simplemente, quieres recorrer una de las localidades históricas más impresionantes de nuestro país, te enseñamos qué ver en Santo Domingo de la Calzada, declarado Conjunto de Interés Histórico Artístico desde 1973.
En La Rioja Alta, a los pies de la sierra de la Demanda, se encuentra Santo Domingo de la Calzada, una pequeña ciudad fundada a mediados del siglo XI y vinculada estrechamente al Camino de Santiago. Este municipio riojano de unos 6000 habitantes debe su nombre al de su fundador, Domingo García, un pastor nacido en Viloria de Rioja (Burgos) en el 1019, que decidió entregar su vida a Dios. Alrededor del año 1040 se retiró como eremita a los bosques que ocupaban el lugar en el que hoy se levanta la ciudad y, al observar las dificultades que tenían los peregrinos para atravesar la zona, construyó un puente que les permitiera salvar el curso del río Oja, un hospital donde cobijarse, una calzada de piedra (de ahí su apodo “Santo Domingo de la Calzada”) que uniera Nájera con Redecilla del Camino (Burgos) y una pequeña iglesia. A su muerte, el 12 de mayo del año 1109, fue enterrado junto al camino que había trazado. Sus seguidores mantuvieron aquel pequeño núcleo de población que en pocos años llegó a convertirse en una boyante ciudad y la parada más importante (desde el punto de vista de la espiritualidad) que los peregrinos jacobeos tienen entre Puente La Reina y León.
Los orígenes de esta catedral se remontan al año 1158, cuando comenzó a construirse con el fin de cobijar los restos del santo, aunque a comienzos del siglo XII se amplió el recinto convirtiéndolo en una iglesia-fortaleza, único ejemplo de este tipo que podemos contemplar en la comunidad riojana. Entre los siglos XIV y XVI, sufrió distintas modificaciones hasta presentar el aspecto que tiene actualmente.
Si la visitas, no te puedes perder el claustro del siglo XIV, el increíble retablo mayor, el sepulcro del santo, las preciosas capillas, el espectacular órgano barroco y, por supuesto, su gallinero gótico. Y es que dentro de la catedral se conserva un gallinero del siglo XV que siempre tiene un gallo y una gallina vivos, en recuerdo de la leyenda más famosa de la ciudad. Según dicha leyenda, el eremita Domingo García salvó milagrosamente la vida de un peregrino que había sido ahorcado de forma injusta. Al ser informado de este milagro, el corregidor de la ciudad, incrédulo, respondió, justo cuando estaba a punto de comerse un gallo y una gallina asados, que el ajusticiado estaba tan vivo como las aves de su plato, que al instante comenzaron a revolotear. De ahí procede también el famoso dicho: “Santo Domingo de la Calzada… donde cantó la gallina después de asada”.
También conocida como “La Moza de La Rioja”, esta torre, uno de los pocos ejemplos en España de torre exenta o separada del cuerpo principal de la iglesia, es de estilo barroco y, con sus 69 metros de altura, es la más alta de toda la región.
Pero ¿por qué se construyó separada de la catedral? Por las características del suelo y las corrientes subterráneas de agua. Y es que ya anteriormente se habían levantado otras dos. La más antigua, románica, fue destruida por un rayo en el año 1450. La segunda, construida a mediados del siglo XVIII, tuvo que ser derruida ante el peligro de su desmoronamiento. Es por eso que la actual se construyó alejada de la catedral y fue cimentada mediante una masa compacta compuesta fundamentalmente de chinarro, cal y cuernos machacados, a fin de soportar la erosión del agua.
Tiene ocho campanas y un reloj (todo en perfecto funcionamiento) y las vistas desde su parte alta son realmente extraordinarias. Además, cuenta con una exposición de campanas y relojes antiguos.
Situado enfrente de la catedral, este hospital fue construido en el siglo XV y permaneció en activo como albergue de peregrinos hasta 1965, cuando se rehabilitó como parador turístico. El original fue levantado por el eremita Domingo en la segunda mitad del siglo XI, y cuentan las leyendas que, como para su realización se necesitaba gran cantidad de madera, éste usó su hoz para derribar fácilmente los árboles de la zona. Buena prueba de la importancia tuvo el hospital es que llegó a acoger hasta a 200 peregrinos diarios.
Según la tradición, esta ermita de estilo gótico se construyó sobre el antiguo y humilde oratorio que hiciera Domingo García y fue finalizada, con su aspecto actual, en 1710. A lo largo de los siglos, ha sido desde primera morada de las monjas cistercienses hasta sede de la Cofradía del Santo. Por suerte, hoy permanece abierta a todos los visitantes que queramos disfrutarla.
De un precioso estilo herreriano, la construcción de este convento fue encargada por el arzobispo de Zaragoza Fray Bernardo de Fresneda, confesor de Carlos V y de Felipe II, en el siglo XVI. Hoy en día, una parte funciona como convento y la otra alberga un asilo de ancianos, un parador y un taller de restauración de arte sacro. Si cuentas con tiempo, tienes que entrar a ver sus claustros, el sepulcro de su fundador, su retablo mayor (que data de principios del siglo XVII) y su exposición de marfiles.
Si te gustan los animales y la naturaleza, te recomendamos que visites el Centro de Educación Ambiental Rioja Natura. Al estar situado en un enclave privilegiado junto a la sierra de la Demanda, te permitirá observar los espectaculares paisajes del valle del río Oja. Además, podrás acercarte a la naturaleza viva, disfrutar de un amplio jardín con plantas del entorno, como álamos, cedros, pinos, sauces, olivos, romeros y tomillos, e interactuar con algunos de los animales que han rescatado, sobre todo con aves, aprendiendo cómo aprovechan las corrientes de aire para planear, cuáles son sus técnicas de vuelo o qué tipo de estrategias de caza emplean.
Ya que estás en Santo Domingo de la Calzada, no te puedes marchar sin hacer un poco de enoturismo. Y es que en La Rioja hasta en el pueblo más pequeño puedes encontrar una amplia oferta de actividades de cata, deportes entre viñedos, alojamientos con encanto, estupendos restaurantes y vinotecas, y una amplia oferta de bodegas para visitar. Para que respires auténtica cultura vinícola, te proponemos que visites nuestra bodega Faustino Rivero Ulecia, situada en Arnedo a apenas una hora en coche desde Santo Domingo de la Calzada. Si te animas a venir, no solo te haremos una visita guiada por nuestra bodega, sino que, además, podrás disfrutar de varias catas comentadas de vinos de diferentes denominaciones o pasar una velada inolvidable en la terraza de nuestro WineBar, donde degustarás algunos de los mejores vinos del mundo junto a los exquisitos manjares de la comida riojana. Puedes consultar todas nuestras ofertas aquí. ¿Qué dices? ¿Te animas?
Foto Cabecera: Paradores
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