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¿Sabes qué ver en Alfaro y sus alrededores? Lugar estratégico por su ubicación en el afamado Valle del Ebro, cercana de sus comunidades vecinas de Navarra y Aragón, la ciudad de Alfaro alberga un gran valor histórico y monumental.
El municipio, que recibe su mismo nombre, y el más extenso de toda la comunidad, se sitúa al este de la provincia de La Rioja. Rodeada de viñedos del Monte Yerga (el más alto de la zona con 1100 metros), las calles de Alfaro esconden una visita turística llena de sorpresas y mucha historia tras sus muros.
Además, es lugar de paso del Camino de Santiago del Ebro, y del menos conocido Camino Ignaciano, junto a otras rutas de interés que la rodean. Ven a conocer Alfaro y sus alrededores con esta guía de paradas obligatorias.
Si hay algo por lo que destaca esta urbe es por la variedad de edificios religiosos que alberga: iglesias, conventos, ermitas y una espectacular colegiata. Cada uno de ellos tiene algo que ofrecer al visitante. El casco antiguo está salpicado de otras construcciones singulares, muchas de ellas casonas de ladrillo, con una clara influencia de la arquitectura mudéjar-aragonesa. Perderse entre sus calles es la mejor opción para disfrutar de esta pequeña ciudad. Durante el paseo te encontrarás con sus monumentos más representativos.
Este es uno de sus monumentos más icónicos de la zona. Preside la Plaza de España y tiene una fachada enladrillada exponente del barroco aragonés del siglo XVII. A ambos lados se erigen dos torres de 50 metros cada una que enmarcan el edificio.
El interior es, si cabe, más espectacular que la fachada. Las obras de arte repartidas por las doce capillas son, sin duda, uno de sus grandes tesoros. En la nave central, el coro merece una mención especial. Se entra atravesando una preciosa verja barroca de hierro forjado que no deja indiferente, y lo mismo ocurre con la sillería de nogal de su interior.
También encontrarás retablos barrocos, como el del artista Juan Arregui del año 1727, crucifijos góticos y de marfil, y también algunos sepulcros.
Hay un detalle llamativo que sorprende a todos los visitantes que llegan por primera vez y que nos obliga a alzar el cuello. Sus tejados acogen una de las colonias de cigüeña blanca más importantes del continente europeo. De hecho, en una de las calles que rodean el monumento hay un mirador donde se pueden ver con todo lujo de detalles.
Muy cerca de la colegiata de San Miguel, podremos acercarnos a ver la iglesia de Nuestra Señora de la Concepción. Un convento del siglo XVII con fachada de ladrillo. En su interior es indispensable admirar el Retablo Mayor de estilo rococó.
También resulta interesante la iglesia de Nuestra Señora del Burgo, en la que se pueden contemplar dos retablos de gran valor artístico junto a una serie de obras que llaman la atención, como una réplica del Juicio de Salomón de Rubens.
Del mismo modo, te recomendamos que visites la Iglesia de San Francisco de Asís, del siglo XVII, y las dos ermitas. De estas, primero conviene conocer la de San Roque, de estilo barroco (s. XVII) y de ladrillo en su totalidad. La ermita de Nuestra Señora del Pilar, se sitúa a tres kilómetros de la ciudad y cada 12 octubre los habitantes hacen su tradicional peregrinación para comprar cordones bendecidos.
Los palacios y casonas señoriales que te irás encontrando a lo largo de las callejuelas de este pequeño núcleo urbano constituyen otra de sus singularidades. Uno de los más conocidos es el Palacio Abacial o la Antigua Abadía, construida sobre la base de unos planos elaborados por el arquitecto Ventura Rodríguez.
Por otro lado, podrás acercarte al Palacio de los Saénz Heredia, que tardó siete años en construirse. El artífice de esta edificación fue Gregorio Saénz de Heredia y Tejada, abuelo de José Antonio Primo de Rivera, fundador de la Falange Española. De hecho, aquí se alojó durante varios períodos de su niñez junto a sus padres el General Primo de Rivera y Casilda Sáenz de Heredia.
Por último, puedes acercarte a la antigua cárcel construida en 1867 y que ahora es un albergue, o a la singular tumba vertical (la única que hay en España), situada en el cementerio de la ciudad.
Si estás en Alfaro no puedes perderte sus alrededores para completar tu visita a este rincón de La Rioja Oriental.
Se trata de un espacio natural privilegiado que invita a disfrutar del aire libre y a caminar entre sus amplios y variados senderos. Está constituido por las riberas del tramo medio del río Ebro a su paso por esta parte de la comunidad riojana. Ante todo, sobresale por constituir un ecosistema ribereño, abundante en vegetación y una amplia variedad de aves.
Si te gusta el senderismo, encontrarás alternativas para todos los niveles, entre ellas, una de las opciones más conocidas es la subida al Monte Yerga. La ruta, sencilla, te permite disfrutar de las vistas a medida que vas ascendiendo. Parte de la cercana Grávalos, que está a unos 20 kilómetros, y se puede hacer andando o en bicicleta.
Tras todas las paradas obligatorias que ver en Alfaro, termina tu visita en nuestra Bodega Faustino Rivero Ulecia, en Arnedo. Estamos a solo 40 kilómetros de esta histórica ciudad, y aquí encontrarás un espacio multifuncional donde conocer a la perfección todos los secretos de la Denominación de Origen Calificada Rioja.
Apúntate a una de nuestras visitas guiadas y catas en las que disfrutar las distintas gamas de vino acompañadas de raciones y productos típicos. Toda una experiencia para acercarse a la cultura y sus entresijos en una tierra vitivinícola por excelencia.
¡Te esperamos!
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