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El vermut, una bebida que combina tradición y sofisticación, ha experimentado un renacimiento en los últimos años, capturando la atención de bartenders y aficionados de todo el mundo. Conocido por su sabor distintivo y su versatilidad, el vermut es mucho más que un simple aperitivo: es una parte integral de la cultura de la bebida en muchos países.
Pero, ¿qué es exactamente el vermut? Hoy te contamos los orígenes, la elaboración y las diferentes variedades de esta fascinante bebida. Desde sus raíces históricas en Europa hasta su papel en la coctelería moderna, descubrirás por qué el vermut se ha convertido en un favorito tanto para quienes disfrutan de una bebida relajada como para los expertos en mixología. Acompáñanos en este viaje para entender mejor qué hace al vermut tan especial y cómo puedes incorporarlo en tus momentos de disfrute y celebración.
El vermut es una bebida alcohólica aromatizada que se elabora a partir de vino, al que se le añaden una variedad de hierbas, especias, y otros ingredientes botánicos. Su nombre proviene del alemán «wermut,» que significa ajenjo, una planta clave en su elaboración. Tradicionalmente, el vermut se utiliza como aperitivo, conocido por sus propiedades estimulantes del apetito, y también es un componente esencial en numerosos cócteles clásicos. Por tanto, podemos decir que el vermut se obtiene a partir de una serie de ingredientes cuyo componente principal es el vino.
Existen dos tipos principales de vermut: el vermut rojo (o dulce) y el vermut blanco (o seco). El vermut rojo suele tener un sabor más dulce y un color más oscuro, mientras que el vermut blanco es más seco y ligero en color. Además, algunas variedades menos comunes incluyen el vermut rosado y el vermut extra seco, cada uno con sus propias características y perfiles de sabor.
La elaboración del vermut es un proceso meticuloso que combina conocimientos enológicos y botánicos para crear una bebida sofisticada y aromática. A continuación, te vamos a detallar el proceso paso a paso:
El primer paso es la selección de un vino base de buena calidad. Aunque generalmente se utiliza vino blanco, algunos productores optan por vinos tintos para elaborar vermut rojo. La calidad del vino base es crucial ya que forma la estructura principal de la bebida.
A continuación se selecciona una variedad de hierbas, especias y otros ingredientes botánicos. Comúnmente utilizados son el ajenjo (artemisia absinthium), la genciana, el clavo, la canela, el cardamomo, las cáscaras de cítricos y diferentes hierbas aromáticas. Estas plantas y especias se maceran en alcohol neutro o en el propio vino base, lo que permite extraer sus compuestos aromáticos y sabores.
La mezcla botánica se deja macerar durante un período que puede variar desde unos pocos días hasta varias semanas. Este tiempo de maceración permite que los sabores de las hierbas y especias se integren completamente en el alcohol.
Después de la maceración, el extracto botánico se mezcla con el vino base. Este es un paso crítico donde se ajustan los sabores para lograr el perfil deseado de la bebida final. Aquí es donde se determina si el vermut será seco, semiseco, dulce, o extra seco.
Dependiendo del tipo de vermut que se quiera producir, se añade azúcar, caramelo o mosto concentrado para ajustar la dulzura. El vermut rojo suele ser más dulce, mientras que el vermut blanco tiende a ser más seco. En este punto, también se pueden hacer otros ajustes de sabor para equilibrar la acidez y la amargura.
La mezcla se filtra para eliminar cualquier partícula sólida residual de las hierbas y especias. Este filtrado puede ser simple o múltiple, dependiendo de la claridad deseada para el producto final.
Finalmente, el vermut se embotella y se almacena correctamente hasta su distribución. A menudo, las botellas se etiquetan con información sobre los ingredientes botánicos y el estilo de vermut.
Aunque el vino y el vermut tienen sus propias identidades y perfiles de sabor, el vino puede ser una excelente alternativa al vermut en muchas situaciones gracias a su versatilidad y variedad. La clave está en elegir el tipo de vino adecuado para la ocasión, considerando los sabores y características que deseas destacar. Entre las principales similitudes de estas bebidas encontramos las siguientes:
Ente sus diferencias, destacaríamos las siguientes:
Si buscas una bebida con menos dulzor que el vermut, el vino puede ser una excelente opción. Nosotros te recomendamos uno de nuestros vinos que te encantará:
Para los amantes de los vinos Crianza de Rioja, nuestro vino Faustino Rivero Ulecia Crianza es perfecto. Con un envejecimiento en barrica entre 12 y 14 meses, este vino cuenta con el prestigio de contar con 91 puntos James Suckling. De sabor suave y con buena estructura, destacan sus aromas a fruta negra, regaliz y especias. Te llamará la atención su color rojo granate de alta intensidad y su final persistente. A la hora de servirlo, si quieres disfrutar al máximo de todos sus matices procura que esté entre 16 y 18ºC.
Resulta un vino ideal para acompañar quesos poco curados y carnes rojas, cordero y caza. ¿A qué esperas para descorchar una botella de nuestro tinto crianza y hacer un buen brindis?
Ahora que ya sabes más sobre el vermut, seguro que encuentras matices más que interesantes en tu próxima degustación. No olvides que esta bebida se elabora a partir de vino y sin él, el vermut no tendría sentido. Y tú, ¿eres fan del vermut o prefieres otro tipo de bebidas?
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