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Entras a la cocina de tu casa embriagado por el exquisito olor de un guiso de carne recién hecho que sólo por la intuición de tu sentido olfativo ya sabes que va a causar furor. En el corazón de la cocina tradicional se esconde un plato imprescindible en el recetario de nuestras abuelas gracias a su sabor intenso, la cremosidad de su salsa y la textura tierna y blandita de su carne: se trata de las carrilleras al vino tinto.
Este plato, con su rica salsa y carne tierna que se deshace en la boca, es una verdadera obra maestra culinaria que combina la simplicidad de sus ingredientes con la complejidad de sus sabores. Hoy, te proponemos ponerte a manos de los fogones y preparar uno de los platos más populares de nuestra tradición gastronómica. Prepárate para babear mientras haces esta deliciosa receta de carrilleras al vino tinto paso a paso.
Las carrilleras al vino tinto son un plato emblemático de la gastronomía tradicional, especialmente apreciado en España. Este manjar consiste en carrilleras de cerdo o ternera (dependiendo de tus gustos carnívoros), cocinadas lentamente en una rica salsa de vino tinto junto con hierbas aromáticas y vegetales.
Pero, ¿sabes qué son exactamente las carrilleras también conocidas como carrillada? Se trata de un corte de carne que se obtiene de la mejilla del animal, ya sea cerdo, vaca o ternera. Este corte proviene específicamente de los músculos maseteros o masticadores, situados a ambos lados del hueso de la mandíbula, cerca del inicio del cuello. La carrillera se caracteriza por ser una carne rica en colágeno, lo que le confiere una textura gelatinosa y tierna cuando se cocina adecuadamente, especialmente mediante técnicas de cocción lenta.
Históricamente, las carrilleras fueron consideradas un corte menor, a menudo desaprovechado o relegado a preparaciones humildes. Sin embargo, su capacidad para absorber sabores y transformarse en una carne tierna y jugosa tras horas de cocción lenta les ha ganado un lugar destacado en la alta cocina. De ahí su delicioso sabor.
Si llevas tiempo teniendo curiosidad por preparar esta receta tan arraigada en el recetario popular español, antes de nada te vendrá bien saber que se trata de una elaboración muy agradecida y que, normalmente suele gustar a todos los públicos. Además, puedes preparar este plato en cualquier época del año: otoño, primavera e incluso es un plato perfecto para incluir en cualquier menú de Navidad.
Descubre a continuación todo lo que necesitas para elaborar unas carrilleras al vino tinto de campeonato. Eso sí, no se te olvide acompañarlas del vino ideal que realce su sabor, en las próximas líneas nosotros te damos varias opciones. ¡Comenzamos!
Si quieres llevar el sabor de este delicioso plato de carrilleras al vino tinto al máximo nivel, te recomendamos que prestes especial atención al maridaje. Para acompañar este plato te recomendamos los siguientes vinos, que combinan a la perfección con este guiso de carrilleras. Tus comensales y tú nos lo agradeceréis:
Nuestro Faustino Rivero Ulecia Crianza es un vino ideal para maridar con todo tipo de carnes rojas, cordero y caza, además de quesos no muy curados. Elaborado a partir de uvas Tempranillo y Garnacha, este vino ha permanecido envejeciendo en barricas de roble americano entre 12 y 14 meses.
Como resultado obtenemos un vino con buena estructura y suave, que presenta notas de aromas a fruta negra y regaliz.
Para los amantes de los vinos DOCa Rioja de alta intensidad, les recomendamos nuestro vino Faustino Rivero Ulecia Reserva. Un vino tinto, con crianza en barrica de 24 meses y posterior afinamiento en botella. Se trata de un vino de sabor amplio y equilibrado, muy elegante y con gran persistencia gustativa. Presenta notas especiadas y a fruta madura y resulta el mejor acompañante de platos de carne, pasta y tapas.
La receta de carrilleras al vino tinto es un claro ejemplo de cómo la paciencia y el amor por la cocina pueden transformar ingredientes sencillos en un plato lleno de sabor y elegancia. La clave del éxito radica en la cocción lenta, que permite que la carne se ablande y absorba todos los aromas y sabores del vino y las especias, resultando en un plato cuyo éxito está asegurado.
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